Tras la llegada del buen tiempo salimos mucho mas de paseo con nuestras mascotas, pero al mismo tiempo las plantas florecen y también aparece un enemigo para nuestros perros, las espigas de las gramíneas.
La espiga tiene una forma particular que una vez clavada en la piel solo y únicamente puede ir en dirección hacia delante lo que hará que al no desviarse de su trayectoria causa un daño importante en el interior llegando a formar infección, fistula o absceso.
El mayor problema de la espiga es que cuando nos damos cuenta ya esta clavada y esto puede pasar en cualquier parte del cuerpo, pero hay zonas más susceptibles como, por ejemplo;
La nariz, orejas y especialmente en perros de oreja grande, aunque no exime de las orejas pequeñas, cualquier orificio natural como la vulva o prepucio, pliegues de la piel, espacios entre los dedos de las patitas, boca, encías, nudos en perros de pelo largo, axilas e ingles.
Extracción de espiga en la nariz.
Espiga clavada entre el pelaje.
Tras el paseo tenemos que revisar nada mas llegar a casa, pasando nuestras manos por todas las zonas del cuerpo y en especial las zonas más sensibles (oídos, pliegues, hocico etc.). Si tu perro es de pelo largo intenta mantener siempre un buen corte para evitar que se enreden y se claven. La prevención es un factor clave.
¿Pero… y si ya está clavada?
No actúes por cuenta propia, al intentar quitarla por nuestros medios podemos perjudicarlo al no conseguir sacarla haciendo que está aún se clave más o si conseguimos sacarla podemos dejarnos alguna parte dentro que acabe en infección posterior. Sobre todo, nunca debemos actuar si la espiga se encuentra en la nariz, ojos, orejas o orificio natural (y en este caso lo digo por experiencia propia con mi perrita). Si detectas una espiga clavada lo mejor es acudir al veterinario y ellos harán el trabajo de extracción y depende del caso pueden darte un antiséptico o antibiótico para evitar complicaciones a posterior.
La base son tres pasos;
Evitar paseos por campo de gramíneas
Revisión del cuerpo y pelo.
Acudir al veterinario si detectas una ya clavada.
Este escrito es solo informativo, acude a tu veterinario y el como profesional será quien marcará pautas y tratamiento.
