A partir de la 6ª semana el cachorro mantiene una actividad creciente. La madre ya no muestra el mismo interés y cariño de las semanas anteriores y resulta esencial la intervención humana. La sociabilización debe tener lugar a esta edad, con un intenso trabajo por parte de los criadores que se extiende hasta las 12 semanas durantes las cuales se expone al cachorro a gran cantidad y variedad de estímulos. Además durante estas semanas los cachorros se enfrentarán a la severa educación de su madre, manifestarán su instinto de sexual y de caza. Es momento que los cachorros empiecen a tener contacto con el mundo exterior aunque el hecho de no haber completado su programa de vacunaciones les impide relacionarse plenamente con otros perros, siempre que nos conste que éstos son adultos, son sociables y están perfectamente vacunados contra todo.
Un cachorro debidamente sociabilizado y familiarizado con el entorno se convierte en un adulto seguro de sí mismo, feliz y obediente. Durante estas semanas es cuando más necesitan del juego con sus hermanos y cuando clavan sin cesar sus dientes punzantes como alfileres a todo lo que les rodea para averiguar qué elementos del mundo que les rodea son seres vivos y cuáles solo objetos inanimados.
Sobre las 7 u 8 semanas el cachorro ya está completamente destetado y es capaz de ingerir por sí mismo el alimento sólido y el agua que necesita. En esta etapa es conveniente prepararles comidas caseras a base de arroz, carne y verduras, que puedan ingerir facilmente puesto que puede que aún no tengan suficientemente desarrollada la dentición como para trocear las duras galletas de los alimentos industriales.
Con 8 semanas está preparado para separarse de su madre y de sus compañeros, aunque siempre preferimos mantenerlos juntos hasta el mismo momento de su marcha, aumentando progresivamente los periodos de ausencia de ésta.