Fuente:Enciclopedia del perro Royal Canin
El aplomo es la dirección de los miembros con relación a un suelo horizontal. Los aplomos tienen una marcada influencia sobre la linea dorsal y, por consiguiente sobre el aporte general del perro así como sobre su máximo potencial para las disciplinas deportivas. Determinan una buena sustentación, al igual que una buena distribución del peso sobre sus articulaciones y los pies. En general, para que el aplomo de un miembro sea correcto, su eje rector tiene que ser vertical. Una desviación con relación a la vertical supone una sobrecarga de las articulaciones y de la superficie plantar (del lado de la desviación) y por lo tanto una fatiga prematura de esas articulaciones, de los tendones y de los diferentes ligamentos.
Cuando un perro se planta, la línea dorsolumbar se hunde o agobia, y la espalda toma entonces una posición oblicua. Si sus miembros anteriores se hunden también, se le dice ensillado. En un perro remetido, el lomo es encorvado y la espalda se curva hacia arriba. La condición de patizambo [dibujo como -> ‘)(‘] es frecuente en los miembros posteriores, ya que es una tendencia natural. Por el contrario, la condición de arqueado o estevado [dibujo como -> ‘()’] es un defecto más grave.