Me es difícil tener que escribir hoy estas palabras, por lo que significan para mi. Hace apenas dos días nos comunicaron que Cornelius, Corni para sus amos, había fallecido de repente.
Me choco la noticia, dado que era un shiba fuerte, vigoroso y lleno de vida, en lo que fue de su vida estuvo sano, por lo que su muerte inesperada era aun mas, motivo de pena y tristeza.
Cornelius fue nuestro primer shiba criado en nuestro criadero, el primer macho entre mujeres y el primer cachorro que vendimos, con una pena impresionante, dado que no conocíamos la sensación de entregar un bebe al que habíamos tenido en casa dos meses,, aun a hoy dia recuerdo ese momento, mi timidez al entregarlo con la alegría de su amo.
Yo misma le escogí el nombre por aquel entonces, un nombre que a su dueño le encanto, y seguramente en algún momento de nuestras vidas tendremos un otro Cornelius.
Según sabemos y conocemos, Corni era mas que un shiba, era un compañero de viaje, de trabajo, era como dice su amo, una persona mas,, pues compartieron TODO, comían juntos, dormían juntos, compartían sus vidas como de una pareja se tratara, por decir,, diría que trabajaban juntos ¡¡ La deficion de su amo, fue que »era una persona».
Desde aqui le rendimos homenaje a este pequeño shiba que creció entre humanos, hasta ser uno de ellos.