Mis perros,mi vida.

Dos años y con Alfa.

Me crié con perros. Toda mi vida la recuerdo teniendo una mascota junto a mi, primero fue mi perro Alfa, de un negro azabache y de grandes ojos, un perro que a mi ojos me doblaba en altura pero para mi era mi mejor amigo. Antes de que Alfa nos dejara por su edad, añadí a mi vida a Jack, era todo lo contrario, pequeño y blanco, tenia una mancha marron en la espalda y otra en el ojo y no paraba quieto, un torbellino. Con los años llego Aran, de color beix , pelo rizado y otro nervio, pero lo que me divertía con el, nadie mas que yo lo sabe. Lastima que a día de hoy no me acompañan en mi vida, pero los tengo siempre presentes.

Jack y Alfa. Con mi hermana Montse.

Bien puedo decir que siempre fui una niña de pocos amigos y con mis perros me sentía en mi mundo, un mundo en donde era comprendida, respetada y querida y estoy segura que eso hizo que mi amor hacia ellos creciera de una forma exponencial.

Dos añitos.

Todo el amor que no recibía por quien debía , mis perros me lo daban gratuitamente y yo decidí corresponderles siempre. Yo sabia que ellos me entendían y me comprendían.

En el año 2001, con 20 años y recién casada adopte junto a mi marido a Dana, una perrita que con su mes de vida ya había sufrido el abandono y el desamor, su destino estaba marcado a finalizar en breve, pero ese día , quizás por los astros o quizás porque tenia que ser así, la conocimos. Era una perrita excepcional, única entre todos, valiente, lista, cariñosa, no tenias que decir ni una palabra que sabia muy bien que le decías o como me sentía, al principio parecía que yo era su referente y así fue durante un tiempo, pero al final Dana eligió como su referente a mi marido, la relación que establecieron ambos es de admirar, por donde uno caminaba el otro lo seguía, si uno respiraba el otro también,creo que los dos sabían que se necesitaban mutuamente y así lo hicieron.

Dana.

Fue para nosotros una de las mas grandes perdidas que tuvimos, cuando Dana a sus 13 años de vida nos dejo, una de las perras que jamas olvidaremos pasen los años que pasen. Ese mismo año 01 descubrí los shibas, otro perro que nada mas verlo me enamoro y seguimos con ellos tras 19 años. Durante todos estos años, junto a Dana, mis shibas y mis hijos, también hemos rescatado perros abandonados o atropellados, hemos ayudado a muchos otros y hemos sido casa de acogida hasta encontrar la familia adecuada apara cada uno.

Bidaimiko, Shiba inu.

Lo que se y tengo muy claro es que mi vida en cada etapa de ella he estado con un perro y eso me ha ayudado mucho.  Por esta razón sabia que si tenia hijos ellos deberían conocer la vida con una  mascota y aprender lo mismo que yo siendo pequeña, y así ha sido. Mis hijos pueden disfrutar a día de hoy de ellos, tanto shibas, como perros rescatados perdidos o heridos en carreteras, porque amar a los perros es amarlos a todos, sin distinciones de colores, sexos , mestizos o de razas.

Yokumine, shiba inu.

Mis cuatro hijos se han criado con ellos, han tenido la suerte de poder conocer también a Dana y disfrutar de ella unos cuantos años, era tan paciente que se dejaba hacer de todo, siempre bajo mi atenta mirada y que nunca pudieran hacerle alguna trastada, cosa que no ocurrió nunca. Ellos al igual que yo, han crecido con unos valores, como la responsabilidad, la empatia y el respeto hacia los animales. Han descubierto que sus perros pueden llegar a ser sus mejores amigos e incluso sus confidentes, son sus compañeros de juego y diversión cuando el apego ya esta establecido.  No olvidemos que los perros fomentan el equilibro emocional haciendo reducir sus estado de ansiedad, depresión o ira así como la tristeza, pena o rabia, por tanto podemos asegurar que los perros ayudan en el estado emocional de los niños y adultos.

Aran

Gloria y sus shibas.

Una de mis hijas tiene tdha y si ya de por si un perro es bueno para los niños, aun lo es mas cuando alguno tiene dicho trastorno, pues les ayuda a reducir los síntomas principales  como la impulsividad, hiperactividad y falta de atención. Ademas ,el estar con ellos, le ha echo ser y sentirse mas segura en su vida, por tanto a mejorado su seguridad y autoestima. Mis hijos viviendo con los perros, han desarrollado una conducta mas responsable, sobre todo porque se dan cuenta de que el perro depende de ellos, de sus cuidados, alimentación, su bienestar,  son su familia ahora. Aprenden a respetarse mutuamente. Desde bien pequeños les he mostrado como hacerlo, como cuidarlos, como jugar, como amarlos, pero no todo es bonito, también esta la parte de saber gestionar la emoción de la perdida, el sufrir cuando uno se enferma, es un mal trago pero se debe de pasar y ellos han aprendido a gestionarlo.

Por eso y basándome en mi propia experiencia os recomiendo y animo a compartir tu vida ,vuestras vidas con un perro que se convertirá en tu fiel compañero en los buenos y malos momentos, te dará su amor y entrega si pedir nada a cambio. Amar y respetar.

Me gustaría desde aquí poder agradecer a todas nuestras familias que a día de hoy disfrutan de su mascota y me alegra formar parte de ellas a través de las fotos que con cariño siempre recibimos. Gracias.